Cuando se habla de la etiqueta masculina, se hace referencia a la vestimenta con la que se debe acudir al evento en sí. Normalmente, son eventos de cierta importancia social en los que la etiqueta queda indicada en la invitación. También es cierto que una persona pocas veces se ve en la situación de vestir bajo este protocolo, por lo que la mejor solución es siempre el alquiler de trajes de etiqueta. El alquiler incluye el arreglo de trajes, por lo que es la mejor forma y la más económica de lucir a la perfección en ocasiones especiales.
Según el protocolo, que es bastante más estricto en el hombre que en la mujer, el factor determinante principal que indica la etiqueta es la hora de la celebración. El chaqué se viste de mañana y de día preferentemente, con colores entre el negro y el gris; mientras que para la noche se reserva el esmoquin, de riguroso negro, aunque en España no es un traje de ceremonia, sino de fiesta. La máxima etiqueta la ostenta el frac, una prenda que pocos podrán vestir y que está reservada para eventos muy puntuales.
